viernes, 22 de enero de 2010

Traslados y Traída de los Santos

En la Semana Santa ciezana los Traslados constituyen otros de esos momentos típicos y no exentos además, en algunos casos, de una manifiesta peculiaridad. Su calado entre las gentes ha sido de tal magnitud que la nostalgia de los que ya no se realizan no se mitiga siquiera ante el notorio recogimiento con que se llevan a cabo los que se han ido incorporando más recientemente.

La tradición de los Traslados de los Santos, en el decir del pueblo, data del siglo XIX y es fruto de varias circunstancias. Por una parte se da el hecho de que algunos Pasos se custodiaban en las propias casas de sus Camareros o propietarios (Santa Verónica), o en “cocheras” (La Flagelación), bien por voluntad de aquellos (Santa María Magdalena), bien porque su ubicación en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, de donde salían todas las Procesiones, era imposible por cuestiones de espacio (La Oración del Huerto); por otro lado algunos Pasos tenían su propia capilla en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo (San Juan) o la poseen en los Conventos de San Joaquín y San Pascual (Santísimo Cristo del Perdón) y de Santa Clara (Nuestra Señora de Gracia y Esperanza).

La construcción de la “Casa de los Santos” a principios de la década de los setenta del pasado siglo XX y la de varias Casas de Cofradías en la década de los noventa, una y otras muy cercanas a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, motivará la desaparición paulatina de algunos Traslados que durante algunos años y para no perder la costumbre intentaron mantenerse, caso del Traslado de La Caída, como simples Pasacalles previos a la Procesión.

Curiosamente, y atendiendo al calendario, hay que referirse en primer lugar a los Traslados de implantación más reciente. El primero de ellos, el de la Santísima Virgen de los Dolores, se viene realizando a partir de 1998 la noche del Viernes de Dolores desde el Convento de San Joaquín y San Pascual, donde se encuentra erigida la Cofradía (la Imagen tiene su capilla en el Convento de Santa Clara) hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. La participación de todos los Tercios de la Cofradía y el paso lento, propio de Procesión, diferencian a este Traslado de los primitivos, cuyas características eran el desfile a paso ordinario al son de los pasodobles titulares y la ausencia de Tercios, exceptuando la presencia de algunos niños.

Con idénticas características al anterior, en la noche del Sábado víspera de Ramos hace su Traslado desde el año 2001 el Santísimo Cristo del Perdón. Tras el tradicional “Besa pie”, el cortejo parte del Convento de San Joaquín y San Pascual, donde tiene capilla propia, para recogerse a su vez en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. La Imagen del Santísimo Cristo del Perdón desfila, sólo por esta ocasión, ligeramente recostada sobre el Trono.

Foto: Argudo Salmerón El Domingo de Ramos por la tarde, entre el fervor y devoción de todos los ciezanos, tiene lugar el multitudinario Traslado-Procesional del Santísimo Cristo del Consuelo desde su ermita extramuros hasta la Basílica de la Asunción. Al principio el Paso del Santísimo Cristo del Consuelo se trasladaba a la villa en vísperas del Novenario que se le dedicaba con motivo de su festividad el Día de la Cruz (3 de mayo). Cuando a mediados del siglo XIX, probablemente, el Santísimo Cristo del Consuelo comienza a participar en los Desfiles Procesionales, su Traslado se realiza en el marco de “La Traída de los Santos”. Y aunque en ocasiones esporádicas su “bajada” se realiza otros días, caso del año 1943, en el que tuvo lugar la noche de Martes Santo tras el Prendimiento, desde 1932 consta el Domingo de Ramos por la tarde como día de su Traslado en Procesión, Traslado-Procesional que realiza su Cofradía acompañada del Clero, Autoridades locales y de todo el pueblo de Cieza hasta la Basílica de la Asunción, en la que a su llegada se celebra la Santa Misa en su honor.

Desde finales del siglo XX es Nuestra Señora de Gracia y Esperanza la que, a media tarde del Lunes Santo, realiza su Traslado partiendo del Convento de Santa Clara, donde la Imagen cuenta con capilla propia, hasta la Casa de su Cofradía, en los aledaños de la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.

Foto: Pascual Vázquez Con un devenir paralelo al de la Procesión General, tiene lugar desde el último cuarto del siglo XIX y hasta 1957 otro hecho peculiar que va a marcar profundamente la tarde del Miércoles Santo y en el que hay que ver el origen de los Traslados en la Semana Santa ciezana: la "Traída de los Santos".

La popularísima “Traída de los Santos” tenía lugar a partir de las tres y media de la tarde y constituía en realidad una Procesión más. Los Pasos que iban a participar en la General, Procesión que, hasta que pasó a celebrarse Miércoles Santo en 1935, tenía lugar Jueves Santo, se trasladaban el mismo día de la Procesión desde el lugar dónde se conservaban durante todo el año hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Salían en dos grupos: en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo se arreglaban y desde allí bajaban los Pasos San Juan, San Pedro, La Samaritana y, ocasionalmente, La Santa Verónica y la Santísima Virgen de los Dolores, y también durante un tiempo, como antes se ha referido, el Santísimo Cristo del Consuelo; en la Esquina de la Villa les esperaban Santa María Magdalena y La Oración del Huerto, muy cerca de la cochera que Dña. Visitación Aguado tenía en los "Ejíos de Marín", donde éstos se guardaban. Más adelante, en la Calle Larga se unía al cortejo el Paso de La Flagelación que salía desde la cochera de los "Mateos". El itinerario estaba siempre concurridísimo y la chiquillería ponía la nota alegre del día, tarareando el pasodoble de San Juan o el de la Verónica, o los compases de las bandas de cornetas y tambores, mientras aguardaban la llegada de los Tronos entre la gran nube de polvo que levantaban a su paso convirtiendo en baldíos los esfuerzos de los vecinos que rociaban las calles del recorrido para evitarlo.

De los Pasos que participaban en la “Traída de los Santos”, actualmente sólo San Juan y Santa María Magdalena mantienen sus Traslados como testimonio de un pasado no tan lejano.

Foto: Archivo Tan tradicional como los anteriores es el Traslado del Santo Sepulcro que ininterrumpidamente se viene realizando a partir de los años de la posguerra desde una “cochera” particular. A éste se ha unido desde el año 2002 el del Paso Santa María Salomé después de no haberse celebrado durante varias décadas. Junto a estos dos y entre las décadas de los cincuenta y setenta del siglo XX hace su Traslado desde el Convento de San Joaquín y San Pascual el Paso de la Santísima Virgen de la Piedad. El hecho de que estos Traslados se hayan venido realizando siempre, como es típico por otra parte, al son de los pasodobles escritos ex professo para ellos motivó en otras épocas algún que otro altercado precisamente por la conveniencia o no de esa clase de acompañamiento musical.

Desde la realización del nuevo Paso de Jesús Resucitado en 1943-1944 y su ubicación en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo, y con idénticas características a las de los anteriores, tenía lugar en la tarde del Sábado Santo este otro popular Traslado. El Traslado del “Niño Resucitado”, como popularmente se denominaba, se vino celebrando con regularidad hasta la década de los ochenta del pasado siglo (acompañado en una o dos ocasiones también por el Traslado del Ángel Triunfante) volviéndose a realizar por última vez en dos ocasiones posteriores. Desde 2005 saldrá a la calle esa tarde el Traslado-Procesional del Paso Nuestro Señor en su Ascensión que cubrirá el recorrido entre el Convento de San Joaquín y la Basílica de la Asunción.

Pero desde finales de la década de los ochenta la tarde del Sábado Santo tiene otros alicientes para los ciezanos: el Pasacalles de los Tercios Infantiles, en el que los niños, imitando a sus mayores, protagonizan con cuatro Pasos sus propio Desfile Procesional, como es tradicional, a paso ordinario bajo los compases de las Cornetas y Tambores o de los pasosdobles titulares de las Cofradías.

Finalmente en las primeras horas de la mañana del Domingo de Resurrección sale en alegre Pasacalles el Paso del Ángel Triunfante, en clara reminiscencia de lo que fue su tradicional Traslado hasta 1991, fecha en la que se construyó junto a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción la Casa de su Cofradía. Aparte de éste y desde hace dos décadas realiza su Traslado esa mañana también la Santísima Virgen del Amor Hermoso, que sale de la Ermita de San Bartolomé, donde el Paso se arregla.

miércoles, 20 de enero de 2010

Plaza de toros


El día 24 de agosto de 1912 tuvo lugar la inauguración oficial de la Plaza de Toros de esta ciudad, La Deseada, llamada así por los ciezanos aficionados, deseosos de que Cieza tuviera un coso taurino digno de tan gran afición. El nombre de La Deseada figura en su fachada principal desde 1982.
Aquella tarde, del 24 de agosto de 1912, alternaron mano a mano los diestros Villa Villita "Habla poco" y Gaspar Izquierdo "El Yeclanito", con reses de Samuel Flores.
El proyecto de la plaza de toros de Cieza lo realizó el arquitecto de Hellín D. Justo Millán Espinosa (1843-1918).
El proyecto queda terminado el 5 de noviembre de 1889.
La plaza de toros de Cieza es la típica plaza-coliseo y no se ajusta a los cánones de plaza de toros de estilo neomudejar.
Han pisado la arena de esta plaza las mejores figuras del toreo a nivel mundial, pero hay una fecha histórica que La Deseada contempló, en las fiestas patronales de 1944, cuando entró en la historia un cartel único: Pepe Bienvenida, Carlos Arruza y Manuel Rodríguez Manolete.
Su actual propietario es Andrés López Marín que, desde hace algunos años atrás, ha hecho grandes obras de restauración en el coso ciezano.

Castillo de Cieza


Situación

La alcazaba islámica de Cieza se encuentra en el municipio del mismo nombre, provincia de Murcia, en la parte más alta de un cerro desde el que domina visualmente la medina y controla el valle del Alto Segura, que se extiende por debajo.

Historia

Cieza estuvo habitada por el pueblo íbero (yacimiento de Bolvax), por romanos y visigodos y por árabes, que dejaron el conjunto arqueológico de Medina Siyasa, despoblado de los siglos XI-XIII, situado al pie de El Castillo de la Atalaya, que corona un monte cerca de Cieza. Se han encontrado en la zona excavada abundantes elementos de decoración arquitectónica, como los arcos y pórticos tallados en yeso, así como cerámicas, vidrios, metales, etc. que se conservan en el Museo de Medina Siyasa.

En 1272 el rey Alfonso X El Sabio tenía un gran interés en repoblar las tierras abandonadas. Se realizó esto en el llano, por la inadecuada situación del poblado situado en el cerro del castillo, para atender los cultivos de la huerta. Las casas diseminadas por la huerta y abandonadas por los musulmanes debieron ser suficientes para acoger la escasa población recién llegada. Los emigrantes eran especialmente de Castilla, Aragón y Cataluña. Alfonso X El Sabio concedió en ese mismo año a los miembros del concejo ciezano, franqueza en el tributo, conocedor de la importancia estratégica de la villa en la cabecera del valle de Ricote.

En 1281 el mismo rey entregó a Pedro Núñez, maestre de la orden de Santiago, la villa y castillos con todos sus términos, a cambio de la villa y castillo de Abaniella (Abanilla).

La reutilización cristiana del castillo esta documentada también por el hallazgo de una moneda de Alfonso X el Sabio, tres de Fernando IV y una, dudosa, de Enrique II.

A partir de entonces surge una potente encomienda a la que en 1403 se le concede la creación de una dehesa para pasto, cortar leña y coger grano. Es en esta época cuando se determinan las fronteras de Cieza, pues anteriormente existían problemas de límites con el concejo de Mula, origen de numerosas discordias.

En 1422 Cieza sufrió los ataques de los musulmanes de Granada, destruyendo casi en su totalidad a la villa. En este ataque fue cautivado gran número de mujeres y niños. Estos fueron encerrados en Granada en las mazmorras que existen entre las torres Bermeja y la de Los Mártires, junto a la loma que baja al campo del Príncipe. Desde entonces aquellas mazmorras se llamaron El Corral de Cieza . Parte de los cautivos fueron rescatados posteriormente, volviendo estos a sus haciendas.

En 1457 Enrique IV, atemorizado por el enorme poder de la orden de Santiago, ordenó la completa destrucción del castillo, símbolo del poder que esta orden ostentaba.

El rey de Granada, conocedor de la seguridad y confianza en la que se encontraban los vecinos de Cieza por la protección de las ciudades de Lorca y Segura de la Sierra, penetra en Murcia por Caravaca, atacando Cieza la mañana del Domingo de Resurrección, 7 de Abril de 1477.

Los contingentes con los que efectuó el ataque eran de 30.000 peones y 4.000 a caballo, entrando en la ciudad por el puente que cruzaba el Thader (Segura).

Este hecho Histórico esta repleto de relatos milagreros y leyendas como el de una mujer muda, que viendo a los moros que atacaban, echó a correr hacia la pequeña Ermita de San Bartolomé, y ante el estupor de los allí reunidos gritó moros vienen.

Los ciezanos que esperaron en el puente a los musulmanes, fueron todos aniquilados. De ahí la leyenda del escudo de Cieza: POR PASAR LA PUENTE NOS DIERON LA MUERTE.

Esta hazaña heroica no evitó que Abul Hacen quemara la villa, haciendo numerosos prisioneros y matando a más de ochenta de los ciento cuarenta habitantes con los que contaba la villa.

El territorio quedó prácticamente despoblado, no obstante los supervivientes reedificaron inmediatamente (1491) la ciudad, con defensas y torres. (Excavaciones en el casco urbano de Cieza, concretamente en la calle Fortaleza, descubrieron esta fortaleza. Era de planta cuadrangular, provista de cuatro torreones, sus cimientos alcanzaban dos metros de altura)

Los años que transcurrieron tras el ataque de los musulmanes de Granada fueron muy desdichados para los ciezanos. Los pocos que sobrevivieron se dedicaron a la ayuda de los caballeros. Cieza era como un guiñapo miserable, sujeta al duro yugo del vasallaje de la Orden de Santiago, que la ofrecían en usufructo a tal o cual caballero, para que la tratasen como tierra de provisión de sus explotaciones inmoderadas.

Cieza no tenía voto en las Cortes, pues hablaba Murcia en su nombre. Estaba sujeta al justiciato de Caravaca. El cabildo no era ciertamente representación genuina de los vecinos, pues el Alcaide y Alférez eran nombrados por el capítulo de la orden de Santiago. El Almotacén lo elegía Murcia, y el Corregidor Caravaca, siendo en esta ciudad donde se resolvían las cuestiones de justicia que excediesen de 10.000 maraverises.

Puede afirmarse que Cieza al comenzar el reinado de los Reyes Católicos, se hallaba oprimida con desmedida ambición por puntos diferentes.

Los Reyes Católicos dedicaron su actividad a la unificación del territorio nacional asentando sobre sólidas bases la monarquía Española concediendo, en principio, franquicias y privilegios a los pueblos, otorgando exenciones y liberando tributos. Pero Cieza continuaba estacionada puesto que como guiñapo de explotación de la orden de Santiago, no podía gozar de aquellos bienes y privilegios. No obstante los Reyes Católicos consiguieron con mercedes y en otros casos con amenazas, que las órdenes militares se incorporen a la corona.

El veinte de marzo de 1494 fue incorporada la villa de Cieza a la corona, entrando de lleno entonces en una era de paz y progreso.

lunes, 18 de enero de 2010

Toledo Puche ¨Presente para siempre¨






























La estatua homenaje al insigne pintor y artista ciezano, obra de Salvador Susarte, preside la Plaza de las Cortes Españolas desde hace unos días. Fue descubierta por el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, y por el alcalde de Cieza, Antonio Tamayo, en un multitudinario acto en el que se recordó la figura de Cayetano Toledo Puche.

miércoles, 13 de enero de 2010

Medina Siyasa


Medina Siyasa, ciudad árabe ,enclavada sobre el denominado Cerro del Castillo. Era conocido en las fuentes árabes por Siyasa y en la cristianas por Çieza. La importancia de este asentamiento no radica solo en el poblado, sino también en la numerosa población existente en la huerta y montes próximos. En el siglo XIII Cieza negocia su entrada pacífica en Castilla, en lo que se ha dado en llamar capitulación de Alcaraz. Esto significó el reconocimiento de la soberanía castellana. Al pago de la mitad de las rentas públicas, la entrega de las principales fortalezas y la obligación de prestar contingentes armados en caso de ofensiva exterior. A cambio a los musulmanes se les aseguraba protección militar, la continuidad al frente de sus respectivos estados y propiedades. Por esta capitulación, Çieza quedó en 1.244 bajo el control de Gómez Pérez Correas, que fortifico la comarca y asumió el control del paso fluvial de Almadenes, necesario para el suministro de los moradores. En estos años la política de Alfonso X el Sabio iba endureciéndose, ocasionando la sublevación de los mudéjares en 1.264, y la consiguiente represión de 1.266. En los años posteriores es cuando queda completamente despoblada la ciudad de Cieza
(Medina Siyasa ).

Casa de las Delicias


Un lugar fantástico, un lugar fantasma, que pertenece a otro tiempo. Fue una preciosa casa en un lugar privilegiado con hermosas vistas al río y a la ciudad de Cieza, eran conocidos sus bellos jardines, ahora meros recuerdos, sueños perdidos de gente que nunca disfrutó de aquello.