miércoles, 3 de febrero de 2010

Monumentos de Cieza


Parroquia de San Joaquín

El inmueble se encuentra ubicado en pleno centro urbano, entre las calles Mesones, callejón de los Frailes y la plaza denominada Esquina del Convento.

El Convento, hoy parroquia de San Joaquín, fue construido por los frailes franciscanos y los propios vecinos de Cieza entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. La fundación de este convento se debe a los sangrientos bandos que asolaron Cieza en el siglo XVII, a los que la comunidad franciscana combatió hasta el punto de lograr su desaparición.

El convento está en vías de restauración para su próximo uso como nueva Biblioteca Municipal Padre Salmerón, a cuya función se unirá el uso del antiguo claustro como sala de exposiciones temporales y el de su aljibe como sala de conferencias. La iglesia se puede visitar en horario de culto.

Monumentos de Cieza


Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora

Consta de tres naves, la central fue reedificada en el S. XVIII sobre una iglesia anterior, cuya fecha de edificación se situa en último cuarto del S. XV.

En el año 1492, se comenzaron los cimientos de la que es hoy Basílica, teniendo la entrada por el atrio de San Pedro.

Gran impulsor de estas obras fue Siglo M. Felipe II, en agradecimiento a Cieza que había contribuído con soldados y cuatro mil maravedíes para luchar en Flandes.

Su torre-campanario de estilo neorrománico (arte que predomina en los siglos XI, XII) y 41 metros de altura data de finales del S. XIX, obra de D. José Marín Baldó. En su interior destacan retablos y esculturas de González Moreno, José Planes, Ignacio Pinazo, José María Ponsoda y Manuel Juan Carrillo.

Fue consagrada Basílica por el Obispo de Astorga y ciezano de nacimiento, D. Jesús Mérida Pérez, el 3 de mayo de 1946.
que asolaron Cieza en el siglo XVII, a los que la comunidad franciscana combatió hasta el punto de lograr su desaparición.

Cañón de Almadenes


Cañón de casi cuatro Km. de longitud y más de 150 metros de profundidad que aprovecha los accidentes tectónicos y los plegamientos de la alineación montañosa Sierra del Molino-Palera. Destacan las formaciones kársticas y las surgencias de agua.

Se encuentra situado en los términos municipales de Calasparra y Cieza.

El mejor mirador es el paraje de Los Losares, espacio natural protegido.

lunes, 1 de febrero de 2010

Cieza

INTRODUCCIÓN

Cieza es un municipio de la Región de Murcia capital de la comarca de la Vega Alta del Segura y a 188 metros sobre el nivel de mar. Tiene una temperatura media anual de 17ºc por lo tanto su clima es Mediterráneo continental por su cercanía al mar. Su termino municipal tiene 365.13 Km. cuadrados y su población es de 32.500 habitantes. Tiene conexión directa con Madrid por la autovia (A-30).

ALOJAMIENTO Y GASTRONOMIA

Alojamiento y gastronomía Casa rural La Atalaya: Se encuentra en el paraje el estrecho (El Maripinar)La casa rural tiene dos habitaciones dobles y una de matrimonio,dos cuartos de baño completos,aparcamiento terraza y jardin.servicios a 1Km (montaña,rio,area recreativa) (PRECIO A CONSULTAR) Comidas típicas de cieza: -Caracoles chupaeros y michirones. -Migas y gachas. -Potaje ciezano y encebollado. -Estofado de cordero y col frita. Otro producto típico es el melocotón y las olivas en todas sus variedades(mollar,manzanilla, picua…).

FIESTAS Y ACTIVIDADES

En Cieza se celebran diversas fiestas entre ellas podemos encontrar: Carnaval,Floración de Cieza,Fiesta historica del Escudo,Fiesta de la cruz de Mayo,Fiesta del melocoton,Semana del cine magico,Certamen de teatro,Festival internacional de folclore en el Segura,Feria y fiestas de San Bartolome, Romeria de la virgen del buen Suceso y El Mercadillo Artesanal. FIESTAS MEDINA SIYASA: Es el museo de Cieza en el que alberga el rico patrimonio arqueológico de Cieza. Conserva objetos y restos arquitectónicos hallados en Cieza desde el Paleotico hasta nuestros días.

Gastronomia de Cieza

Respecto a la gastronomía ciezana, lo más importante que podemos decir es que aquí, en Cieza, se hace realidad en toda su extensión la frase de que Murcia es la despensa de Europa.

Haciendo un rápido recorrido por nuestras tierras de labor encontramos los cultivos más ancestrales, como las berenjenas y las habas del Fatego, los pimientos, en todas sus variedades, y los tomates del Acho; las calabazas y calabacines de la Parra, las lechugas y escarolas de los Charcos, o las cebollas y cebollines del Gurugú.

Y de postre, la magnifica fruta de hueso del valle de Cieza; los famosos melocotones, albaricoques, nectarinas, ciruelas, mandarinas..., cultivados en multitud de huertos, como la Hoya, el Estrecho, el Argaz, los Charcos, el Acho... Y las espléndidas labores reposteras como las tortas de pan dormido, las tortitas de naranja, los rollos de anís, los pastelicos de cabello de ángel, las milhojas..

Recetas, muchas de ellas antiquísimas, que todavía se ofrecen perfeccionadas por el paso de los tiempos y la mejora de la producción. Entre éstas recetas, destacan:

* Caracoles Chupaeros
Caracolillos de los campos, pequeños y de intenso sabor, en salsa ligeramente picante.
* Michirones
Habas "granás" cocidas con especias, ñoras y chorizo.
* Las Migas
Se hacen en la sartén con pan ligeramente remojado, ajos (tiernos o secos), sal y aceite. Es típico acompañarlas con uva.
* La Gachamiga blanda
Especie de tortilla de harina con ajos tiernos y pimiento secos.
* La Gachamiga dura

Migas de harina, de trigo o mezclada con harina de panizo. El ingrediente esencial son los pimientos secos. Es muy típico hacer gachamiga dura el día de la matanza del cerdo, con tropezones de tocino o de la corada del marrano. Tambien se suele acompañar con sardinas fritas.Pebre
* Sopa de pan con pimientos, tomates y huevos, un primer plato que sabe a gloria bendita.Potaje ciezano
En olla, alubias, patatas, acelgas y bacalao.
* Arroz con Pollo de Campo
Rico en proteínas, verbena de verduras, con todo tipo de vitaminas y minerales.
* Arroz y Conejo
En paella, acompañado de caracoles serranos, grandes y de concha oscura, y perfumado con tomillo y romero.
* Cabeza al Horno
Cabeza de cordero horneado con piñones y ajos y acompañada de patatas con pimienta molida. ¡Suculenta!

También son típicos y muy apreciados platos como el encebollado, el estofado de cordero, la col frita, las cebollas cocidas, las patatas al vapor con laurel, el bacalao con tomate y las verduras a la plancha. De los tiempos del hambre data el "mincho", una especie de torta con una sardina encima.

Uno de nuestros productos más típicos, junto al melocotón, son nuestras olivas en todas sus variedades, mollar, manzanilla, picua ...

Todo esto, es aconsejable, que vaya acompañado de un buen vino y finalizado con algunas de nuestras frutas, de las cuales, la más importante en nuestra tierra es el melocotón, con una fama reconocida internacionalmente y muy apreciado por todos los restauradores del mundo debido a su excelente calidad, tanto para comerlos al natural, como para preparar la más exquisita de las cremas pasando por tartas y pudings de exquisito y delicado paladar.

No podemos olvidarnos del afamado melocotón con vino del cual muchas regiones se quieren atribuir su invención, pero es aquí en Cieza, donde podemos encontrar la receta más antigua de España datada en 1860.

Semana Santa

Jesús de Nazareno

El origen de la actual Cofradía de Jesús –Nazareno- puede remontarse a los primeros decenios del siglo XV. Con esa marca de antigüedad aparece mencionada la Cofradía del Dulce y Santísimo Nombre de Jesús en la Descripción y Relación de la Villa de Cieza que, por mandato de Felipe II, redacta el Bachiller Alonso Marín y Mena en el año 1579: “A veinticinco días del mes de Marzo, año del nacimiento de nuestro redemptor Jesucristo, de mil y quinientos y setenta y nueve, el bachiller Alonso Marín y Mena, de edad de cuarenta años, y Joan García, el viejo, de edad de ochenta, y Martín Ruiz de Soler, el viejo, de edad de setenta y uno, vecinos y naturales de esta dicha villa.... A los cuarenta capítulos dijeron: ay tres Cofradías, una del dicho Apóstol San Bartolomé, otra de la Sangre de Cristo, y otra del Dulce y Santísimo Nombre de Jesús”.

Bajo el nombre de Cofradía del Dulce y Santísimo Nombre de Jesús (llamada también Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo y Cofradía de Nuestro Redentor Jesucristo) pudieron albergarse o sucederse, como en otras ciudades en las que está atestiguada su vinculación con la Orden Dominica, dos advocaciones diferentes: la del Dulce y Santísimo Nombre de Jesús, de carácter meramente devoción al, y la de Jesús Nazareno, de carácter eminentemente pasionario, advocación ésta última que acabaría eclipsando y aglutinando a la anterior y que sería la que habría pervivido hasta nuestros días.

San Pedro Apóstol

En 1724 el Cardenal Velluda, entonces todavía Obispo, aprueba la erección de la Cofradía de San Pedro en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción a solicitud del Párroco del mismo D. José Roldán. Enfocada hacia el culto y la celebración de la fiesta del Santo, la Cofradía, que se benefició de varios heredamientos, tuvo en ésta su primera época una afiliación restringida, pues su pertenencia a la misma estaba permitida sólo al clero de la villa.

La Cofradía contó con una Imagen, cuyo autor y características se desconocen, realizada en 1754, como se desprende de un apunte de su Libro de cuentas fechado el primer día de julio de ese año: “Del cajón para traer al Sr. San Pedro, 30 reales; de la conducción de dicha imagen, 8 reales; de la hembrilla y tornillo para dicha imagen, 4 reales”. La Imagen se procesionaba el día de su onomástica, como confirma otro apunte de 1784: “por el dorado de las andas de San Pedro, 240 reales”.

Maria Santísima de la Soledad

La participación de una primitiva Imagen con la advocación de María Santísima de la Soledad en la Procesión del Santo Entierro está constatada desde su llegada a Cieza en los primeros años de mil seiscientos. Esta primera Imagen de “La Soledad”, que tiene altar propio en la iglesia parroquial, habría desfilado al menos durante el siglo XVII y hasta la constitución de su propia Cofradía en el seno de la Cofradía de la Sangre de Cristo.

Es en 1692 cuando, junto con la Cofradía de Jesús de Nazareno, la Cofradía de María Santísima de la Soledad, denominada en sus orígenes y durante bastante tiempo después Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, solicita su erección estableciendo constituciones propias para “poder solemnizar la semana santa de cada una de las procesiones que se hacen con estas santas Insignias los días Jueves y Viernes”. Sin embargo, la constitución efectiva no se produce hasta el 11 de marzo 1730, momento en el que el primer Libro de Actas de la Cofradía explicita que sus fundadores obtuvieron la aprobación de los dieciocho preceptos por los que se habían de regir por el Provisor y Vicario General de la Diócesis, Dr. D. Francisco Linero y Lezcano. Resulta cuando menos extraño que entre la solicitud de constitución y la constitución propiamente dicha haya transcurrido un periodo de tiempo tan largo; cabe la posibilidad, muy remota, de que durante esos casi cuarenta años la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad hubiese estado asociada a la de Jesús Nazareno (así puede pensarse siguiendo el testamento de D. Juan Gómez de Aledo y Abellán: “y asimismo me asista y acompañe mi cuerpo la Hermandad de Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora de la Soledad, en atención a haber sido Hermano Mayor de la misma”).

San Juan

Hacia el último cuarto del siglo pasado Dña. Adela Marín Blázquez y Marín Barnuevo, hija del Mayorazgo de Ascoy, fue la primera Camarera de la Imagen, que ya existe en los años de la regencia de María Cristina y que posiblemente date de 1880. La Cofradía no se instituyó como tal hasta 1891, y puede que lo hiciera, como otras, en el entorno del bloque de "los coloraos" (no es válido el término “agrupación” pues implica relaciones de filiación o legales no constatadas). Desde sus inicios la túnica blanca, con bandas verticales encarnadas antes, sin ellas ahora, ha sido siempre su distintivo.


Santísima Virgen de los Dolores

Su nacimiento está vinculado al Convento de San Joaquín de Franciscanos Descalzos de la Provincia de San Juan Bautista de la Villa de Cieza y Custodia de San Pascual, y se concreta entre los años 1764 y 1765 tras superar la nueva Cofradía los trámites legales pertinentes: concesión de breves especiales por su S. S. Clemente XIII a los Cofrades y Cofradesas, así como bulas e indulgencias por el rezo de la Corona de los Siete Dolores, aprobación definitiva de sus constituciones... Así, el 25 de febrero de 1765, se lee públicamente en el convento:"1º. Patente de Fr. Jerónimo María Vernizzi (prior gl. de S.M.) por la que se concede la facultad de aprobar la creación de la Cofradía, nombrando corrector a Fr. Pascual Salmerón", a la sazón fraile del convento y erudito al que debemos una primera Historia de Cieza. Uno de los testimonios previos a la aprobación definitiva es el de D. Pedro Valcárcel Mérida, notario apostólico, que manifiesta que “en la iglesia del convento hay una Capilla muy decente y devota e la Virgen Santísima de los Dolores y que en dicho convento no hay hasta ahora fundada Cofradía de los Dolores de María Santísima de los Padres Selvitas, ni en otra iglesia de este pueblo” (nada tiene que ver efectivamente con la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad que a veces aparece también denominada como Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, tal vez por la similitud en las advocaciones de sus titulares; así en el testamento de Dña. María Egipciaca Muñoz-Artes de 1730). La mencionada capilla habría sido construida en los años de fábrica del convento, desconociéndose hasta la fecha el autor tanto de la capilla como de la Imagen de la Virgen de los Dolores que en ella se veneraba.

Tercio Romano del Santo Sepulcro

Históricamente, aunque no como Cofradía del Tercio Romano del Santo Sepulcro, siempre estuvo ligada a la Imagen de Jesús Nazareno y al Prendimiento, de cuya organización era responsable; pese a ser una Cofradía reciente por su denominación, sus antecedentes hay que buscarlos en la Hermandad de la Convocatoria de Jesús, que, como tal, figura en 1914 en el Acta de Constitución de la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza. Su perseverancia, que les ha permitido no faltar a ninguna de las citas anuales con nuestra Semana Santa, los ha convertido en una de las tradiciones de mayor raigambre en nuestra ciudad, en la que popularmente se conocen como "los Armaos".

De la Hermandad de la Convocatoria de Jesús se conoce su presencia al menos desde principios del siglo XIX, aunque su origen puede ser anterior, por la larga tradición que ya se le atribuye en ese mismo siglo; incluso pudo haber sido en sus principios una Hermandad filial de la Cofradía de Jesús Nazareno, por la fuerte vinculación entre una y otra, o una parte integrante de aquella, lo que también explicaría que no aparezca en el catálogo de Cofradías realizado a raíz del Decreto del Conde de Aranda a finales del siglo XVIII. Su nombre deriva sin duda del hecho de que fuera ella la encargada de convocar a todo el pueblo para El Prendimiento, acto cuya existencia está constatada al menos de la misma época.

Santa Verónica

Nace esta Cofradía como consecuencia del gran impulso que se le imprimen a nuestras Procesiones en las últimas décadas del siglo XIX. Su fecha de constitución ha llegado a nosotros, curiosamente, a través de una publicación local del 15 de mayo de 1892 que dice así: "En la Junta General Preparatoria celebrada el día doce, fueron aprobados los Estatutos de la nueva Cofradía creada en esta Villa, a la Matrona de Jerusalén, Santa Verónica. Las primeras gestiones hechas han sido, encargar dicha Imagen a uno de los escultores que comparten las glorias de este arte con Benllure, tan reconocidos y admirados en el mundo artístico".

Santísimo Cristo del Consuelo

El Paso del Santísimo Cristo del Consuelo, el “Santo Cristo” de los ciezanos, va indisolublemente unido a la leyenda y a su ermita extramuros, y su devenir en el tiempo sigue planteando hoy día algunos interrogantes.

La leyenda, impresa por primera vez en el siglo XIX, que vincula la llegada del Santísimo Cristo del Consuelo a Cieza en el año 1606 merced a un hecho milagroso (el tiro de bueyes que transportaba al “Santo Cristo” para una población manchega se paró ante un cabezo cercano a Cieza negándose a continuar; interpretado el hecho como un deseo de la Imagen de quedarse entre los ciezanos, allí mismo se le edificó una ermita) debe ser valorada en su justa medida, pues es común a muchas otras localidades.

Santísimo Cristo de La Agonía

Popularmente conocida como Hermandad del Silencio e incluso, en sus comienzos, como Hermandad de los Negros, nace esta Cofradía en 1931, en una época en la que los Desfiles Procesionales de nuestra localidad se encuentran en franca decadencia. A ella se debe la creación de la Procesión de su mismo nombre (implantada posteriormente en Murcia por el Doctor Sánchez Parra, ciezano de adopción), que sale a la calle en la última hora de la noche de Jueves Santo y que desde entonces, exceptuando algún año (1941) en que el Desfile estuvo acompañado del rezo del Vía Crucis, ha mantenido intactas sus señas de identidad.

Santísimo Cristo Yacente y Santísima Virgen del Dolor

Fundada como Mayordomía en 1939, la Hermandad del Santísimo Cristo Yacente y Santísima Virgen del Dolor desfiló por primera vez en el año 1940. Fue organizada por un grupo de ciezanos, preocupados y devotos del espíritu religioso de nuestras fiestas de Semana Santa, que pretendían incorporar a nuestros Desfiles un Paso hasta entonces ausente de ellos (Jesús, recién descendido de la cruz, a los pies de su dolorosa madre). El escultor murciano José Planes compuso para la Hermandad este Paso con la Imagen de un Cristo Yacente que él mismo había tallado en los años 20 y con otra de vestir de la Virgen realizada por encargo de la Hermandad para la Semana Santa de 1940 (La Imagen de la Virgen será susitutida en 2005 por Ntra. Sra. del Mayor Dolor, obra del afamado escultor sevillano Luís Álvarez Duarte); el grupo fue instalado sobre un trono de madera dorada, realizado por Bautista Molina, que será sustutido en 2005 por otro debido a los talleres sevillanos de los Hermanos Ibáñez Valles.

Santa María Magdalena

La Imagen titular llega a Cieza en 1890; así lo recoge en una crónica el Diario de Murcia: "Hemos tenido el gusto de ver las bonitas Imágenes de la Virgen de Lourdes y Santa María Magdalena, que con gran acierto ha realizado el escultor valenciano D. José María Ponsoda". La Imagen fue encargada por los señores de Aguado Moxó y Marín, siendo su primera Camarera Dña. Visitación Aguado, quien se encargó de costear el trono así como el vestido, manto, pañuelo y turbante de la Imagen; los bordados y hechuras de estos atuendos fueron realizados en 1892 por las señoritas María Solera y Carmen Pérez Marín, aprovechando el traje de boda de Dña. Pascuala Marín, suegra de Dña. Visitación. La peluca, que siempre fue rubia, se hizo con pelo natural de su propia Camarera. A la muerte de ésta en 1917 se hizo cargo de la Imagen Dña. Carmen Camacho, a la que sustituyó su sobrina Dña. Pilar Gómez hasta el año 1940, año en el que D. Mariano Camacho (fallecido en 1990) se hace cargo del Paso y pasa a regentar la Camarería su esposa Dña. Clara García que lo siguió haciendo hasta su muerte en 1993.


Jesús Resucitado

Al menos de los principios del siglo XVIII data la celebración de la Procesión del Resucitado en la mañana del Domingo de Resurrección, en la que la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad participa con su Imagen, acompañando bien a la Custodia, bien a una Imagen de Jesús Resucitado cuya existencia sí está constatada ya en el siglo XIX, cuando dicha Imagen recibe culto en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en una de las hornacinas de la capilla del Santísimo.

De su filiación nos han llegado datos a través del Libro de Cuentas de la Cofradía de Jesús, a la que el Paso de Jesús Resucitado, popularmente conocido desde siempre como “El Niño Resucitado”, debió estar adscrito; así se desprende de este curioso apunte de 1901 que se repite en 1920: “factura por un tornillo para el Niño Resucitado”.

La Oración del Huerto y El Santo Sepulcro

Las primeras referencias del Paso El Santo Sepulcro lo remontan como muy tarde a los principios del siglo XVII, cuando la Cofradía de la Sangre de Cristo contaba por titular con un Crucificado con el que, desenclavado de la cruz y depositado en un catafalco, se celebraba por la tarde la Procesión del Santo Entierro de Cristo. Así lo corrobora en 1682 el documento de cesión de unos terrenos que la Comunidad Franciscana que pretende instalarse en Cieza solicita para la edificación del que luego será Convento de Franciscanos Descalzos de San Joaquín y Custodia de San Pascual, y según el cual, en contrapartida, la cercana Ermita de San Sebastián, en la que se custodiaba El Santo Sepulcro, se convertiría en un Hospicio que habrían de regentar los propios frailes. En el acuerdo que se suscribe entre ambas partes se hace constar que "debe hacerse en el convento una capilla para colocar el Santo Sepulcro el Viernes Santo, y así pueda hacerse la Procesión del Santo Entierro de Jesucristo y se pueda entregar el Santo Crucifijo que hay en la Ermita de San Sebastián llevado en Procesión desde la Iglesia de la Asunción".


La Samaritana

Sin ser un Paso propiamente pasionario, la Samaritana es no obstante uno de los grupos procesionales preferidos en el Levante español y concretamente en la región murciana. En Cieza tenemos atestiguada su presencia desde principios de la última década del siglo XIX (así en la crónica de la Semana Santa de 1893 de El Orden: “... Seguía primorosamente adornado por la Señora de D. Mariano Marín-Blázquez el paso de la Samaritana, que lucía preciosos ramos de flor contrahecha, ricas alhajas y profusión de grupos de bombas con luces encendidas”), aunque no constituye Cofradía propia, sino que parece haber procesionado bajo los auspicios del bloque de los “Coloraos” (no es válido el término “agrupación” pues implica relaciones de filiación o legales no constatadas) en torno a la Cofradía del Santísimo Sacramento; y de hecho no consta en el Acta Constitucional de la Junta de Hermandades Pasionarias de 1914.

Descendimiento de Cristo y Beso de Judas

Corría el año 1962 cuando un grupo de amigos que solía reunirse en el taller del escultor local Manuel Juan Carrillo Marco y entre los que se encontraban D. Manuel Montoya Nieto, D. Francisco Moreno Piñera y D. David Vidal Cutanda, además del propio escultor, promovieron la creación de una nueva Cofradía para las procesiones de Cieza; surge así la Cofradía del Descendimiento de Cristo, cuya Junta Directiva, una vez ha sido aceptado el ingreso de la Cofradía en la Junta de Hermandades Pasionarias, se reúne por primera vez, bajo la Presidencia de D. José Piñera Moreno, el 24 de mayo de 1963 y redacta los Estatutos que son aprobados ese mismo año; un año después la Cofradía nombrará Presidente de Honor a D. Pedro González Díaz-Llanos y Camarera a Dña. Amparo Ros Díez.


Nuestra Señora de Gracia y Esperanza

La historia de esta Cofradía se inicia en abril de 1974, cuando, un grupo de jóvenes denominado “Hermandad de la Juventud”, catequistas todos ellos de las Parroquias de la Asunción y de San Joaquín, asume el proyecto de fundar una nueva Cofradía para la Semana Santa ciezana cuya característica más señalada será su marcado carácter devocional hacia la Virgen María.

Con el nombre de Cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, y el sobrenombre de Hijos de María, el mismo que ostentó a principios del siglo XX una congregación, las Hijas de María, vinculada al Convento de San Joaquín y San Pascual pero sin otra relación alguna con ésta, a principios de 1975 quedaron redactadas definitivamente las reglas por las que habría de regirse la nueva Hermandad, constituyéndose la primera Junta Directiva bajo mandato de D. Ramón García Gómez, al que sucederían en el tiempo D. Francisco José Marín Fernández, D. Francisco Marín Fernández, D. Juan Antonio Angostos Morcillo, D. Juan Villalba Villa, D. José Antonio Alba Gómez y, desde 1994, D. Manuel Sánchez Sánchez, viéndose ampliado en el breve plazo que distaba hasta Semana Santa su número de Hermanos.

Ánimas

Desde el siglo XVI se tiene conocimiento de la existencia en Cieza de una Cofradía de Ánimas dedicada al culto a los difuntos y a obras de caridad, que en 1756 contaba con un buen número de propiedades rústicas bajo régimen de arrendamiento que fueron objetos de las posteriores desamortizaciones. La Cofradía, que tiende a diluirse hasta desaparecer entrado ya el siglo XX, poseía capilla propia en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y pudo haber dado nombre incluso a una plazoleta del casco antiguo de la ciudad.

Con el mismo título, pero ahora con un carácter postconciliar, se funda en 1997 la actual Cofradía de Ánimas, que instaurará en el año 2001 la Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos, una Procesión presidida por la austeridad, el recogimiento y el silencio.

Nuestra Señora la Santísima Virgen del Buen Suceso, Patrona de Cieza

La leyenda remonta la tradición del nombre de la Virgen del Buen Suceso a 1606, cuando, según la misma, dos Hermanos de la Congregación de los Obregones partieron desde Madrid a Roma para pedir al Papa la aprobación de sus Constituciones. En el camino, ya cerca de Castellón, les sorprendió una tormenta. Se refugiaron en una cueva y, mientras rezaban para que aquella pasara, vieron un gran resplandor; asomándose al lugar de donde éste procedía, descubrieron una imagen de la Santísima Virgen con su Hijo en el brazo izquierdo y un cetro en la mano derecha, con corona y vestidos muy antiguos. Al momento cesó la tormenta. Metieron la imagen en un canastillo y continuaron su camino hacia Roma. Al llegar a la ciudad Santa los Hermanos contaron lo sucedido y mostraron la imagen al Papa Pablo V, quien, al oír su relato, les dijo: "Buen Suceso habéis tenido", y quitándose su cruz pectoral se la puso a la imagen. No obstante constan apariciones anteriores de la Virgen (como la vivida por una Hermana Concepcionista en 1594) en la que ésta se manifiesta como "María del Buen Suceso".

viernes, 22 de enero de 2010

Traslados y Traída de los Santos

En la Semana Santa ciezana los Traslados constituyen otros de esos momentos típicos y no exentos además, en algunos casos, de una manifiesta peculiaridad. Su calado entre las gentes ha sido de tal magnitud que la nostalgia de los que ya no se realizan no se mitiga siquiera ante el notorio recogimiento con que se llevan a cabo los que se han ido incorporando más recientemente.

La tradición de los Traslados de los Santos, en el decir del pueblo, data del siglo XIX y es fruto de varias circunstancias. Por una parte se da el hecho de que algunos Pasos se custodiaban en las propias casas de sus Camareros o propietarios (Santa Verónica), o en “cocheras” (La Flagelación), bien por voluntad de aquellos (Santa María Magdalena), bien porque su ubicación en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, de donde salían todas las Procesiones, era imposible por cuestiones de espacio (La Oración del Huerto); por otro lado algunos Pasos tenían su propia capilla en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo (San Juan) o la poseen en los Conventos de San Joaquín y San Pascual (Santísimo Cristo del Perdón) y de Santa Clara (Nuestra Señora de Gracia y Esperanza).

La construcción de la “Casa de los Santos” a principios de la década de los setenta del pasado siglo XX y la de varias Casas de Cofradías en la década de los noventa, una y otras muy cercanas a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, motivará la desaparición paulatina de algunos Traslados que durante algunos años y para no perder la costumbre intentaron mantenerse, caso del Traslado de La Caída, como simples Pasacalles previos a la Procesión.

Curiosamente, y atendiendo al calendario, hay que referirse en primer lugar a los Traslados de implantación más reciente. El primero de ellos, el de la Santísima Virgen de los Dolores, se viene realizando a partir de 1998 la noche del Viernes de Dolores desde el Convento de San Joaquín y San Pascual, donde se encuentra erigida la Cofradía (la Imagen tiene su capilla en el Convento de Santa Clara) hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. La participación de todos los Tercios de la Cofradía y el paso lento, propio de Procesión, diferencian a este Traslado de los primitivos, cuyas características eran el desfile a paso ordinario al son de los pasodobles titulares y la ausencia de Tercios, exceptuando la presencia de algunos niños.

Con idénticas características al anterior, en la noche del Sábado víspera de Ramos hace su Traslado desde el año 2001 el Santísimo Cristo del Perdón. Tras el tradicional “Besa pie”, el cortejo parte del Convento de San Joaquín y San Pascual, donde tiene capilla propia, para recogerse a su vez en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. La Imagen del Santísimo Cristo del Perdón desfila, sólo por esta ocasión, ligeramente recostada sobre el Trono.

Foto: Argudo Salmerón El Domingo de Ramos por la tarde, entre el fervor y devoción de todos los ciezanos, tiene lugar el multitudinario Traslado-Procesional del Santísimo Cristo del Consuelo desde su ermita extramuros hasta la Basílica de la Asunción. Al principio el Paso del Santísimo Cristo del Consuelo se trasladaba a la villa en vísperas del Novenario que se le dedicaba con motivo de su festividad el Día de la Cruz (3 de mayo). Cuando a mediados del siglo XIX, probablemente, el Santísimo Cristo del Consuelo comienza a participar en los Desfiles Procesionales, su Traslado se realiza en el marco de “La Traída de los Santos”. Y aunque en ocasiones esporádicas su “bajada” se realiza otros días, caso del año 1943, en el que tuvo lugar la noche de Martes Santo tras el Prendimiento, desde 1932 consta el Domingo de Ramos por la tarde como día de su Traslado en Procesión, Traslado-Procesional que realiza su Cofradía acompañada del Clero, Autoridades locales y de todo el pueblo de Cieza hasta la Basílica de la Asunción, en la que a su llegada se celebra la Santa Misa en su honor.

Desde finales del siglo XX es Nuestra Señora de Gracia y Esperanza la que, a media tarde del Lunes Santo, realiza su Traslado partiendo del Convento de Santa Clara, donde la Imagen cuenta con capilla propia, hasta la Casa de su Cofradía, en los aledaños de la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.

Foto: Pascual Vázquez Con un devenir paralelo al de la Procesión General, tiene lugar desde el último cuarto del siglo XIX y hasta 1957 otro hecho peculiar que va a marcar profundamente la tarde del Miércoles Santo y en el que hay que ver el origen de los Traslados en la Semana Santa ciezana: la "Traída de los Santos".

La popularísima “Traída de los Santos” tenía lugar a partir de las tres y media de la tarde y constituía en realidad una Procesión más. Los Pasos que iban a participar en la General, Procesión que, hasta que pasó a celebrarse Miércoles Santo en 1935, tenía lugar Jueves Santo, se trasladaban el mismo día de la Procesión desde el lugar dónde se conservaban durante todo el año hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Salían en dos grupos: en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo se arreglaban y desde allí bajaban los Pasos San Juan, San Pedro, La Samaritana y, ocasionalmente, La Santa Verónica y la Santísima Virgen de los Dolores, y también durante un tiempo, como antes se ha referido, el Santísimo Cristo del Consuelo; en la Esquina de la Villa les esperaban Santa María Magdalena y La Oración del Huerto, muy cerca de la cochera que Dña. Visitación Aguado tenía en los "Ejíos de Marín", donde éstos se guardaban. Más adelante, en la Calle Larga se unía al cortejo el Paso de La Flagelación que salía desde la cochera de los "Mateos". El itinerario estaba siempre concurridísimo y la chiquillería ponía la nota alegre del día, tarareando el pasodoble de San Juan o el de la Verónica, o los compases de las bandas de cornetas y tambores, mientras aguardaban la llegada de los Tronos entre la gran nube de polvo que levantaban a su paso convirtiendo en baldíos los esfuerzos de los vecinos que rociaban las calles del recorrido para evitarlo.

De los Pasos que participaban en la “Traída de los Santos”, actualmente sólo San Juan y Santa María Magdalena mantienen sus Traslados como testimonio de un pasado no tan lejano.

Foto: Archivo Tan tradicional como los anteriores es el Traslado del Santo Sepulcro que ininterrumpidamente se viene realizando a partir de los años de la posguerra desde una “cochera” particular. A éste se ha unido desde el año 2002 el del Paso Santa María Salomé después de no haberse celebrado durante varias décadas. Junto a estos dos y entre las décadas de los cincuenta y setenta del siglo XX hace su Traslado desde el Convento de San Joaquín y San Pascual el Paso de la Santísima Virgen de la Piedad. El hecho de que estos Traslados se hayan venido realizando siempre, como es típico por otra parte, al son de los pasodobles escritos ex professo para ellos motivó en otras épocas algún que otro altercado precisamente por la conveniencia o no de esa clase de acompañamiento musical.

Desde la realización del nuevo Paso de Jesús Resucitado en 1943-1944 y su ubicación en la Ermita del Santísimo Cristo del Consuelo, y con idénticas características a las de los anteriores, tenía lugar en la tarde del Sábado Santo este otro popular Traslado. El Traslado del “Niño Resucitado”, como popularmente se denominaba, se vino celebrando con regularidad hasta la década de los ochenta del pasado siglo (acompañado en una o dos ocasiones también por el Traslado del Ángel Triunfante) volviéndose a realizar por última vez en dos ocasiones posteriores. Desde 2005 saldrá a la calle esa tarde el Traslado-Procesional del Paso Nuestro Señor en su Ascensión que cubrirá el recorrido entre el Convento de San Joaquín y la Basílica de la Asunción.

Pero desde finales de la década de los ochenta la tarde del Sábado Santo tiene otros alicientes para los ciezanos: el Pasacalles de los Tercios Infantiles, en el que los niños, imitando a sus mayores, protagonizan con cuatro Pasos sus propio Desfile Procesional, como es tradicional, a paso ordinario bajo los compases de las Cornetas y Tambores o de los pasosdobles titulares de las Cofradías.

Finalmente en las primeras horas de la mañana del Domingo de Resurrección sale en alegre Pasacalles el Paso del Ángel Triunfante, en clara reminiscencia de lo que fue su tradicional Traslado hasta 1991, fecha en la que se construyó junto a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción la Casa de su Cofradía. Aparte de éste y desde hace dos décadas realiza su Traslado esa mañana también la Santísima Virgen del Amor Hermoso, que sale de la Ermita de San Bartolomé, donde el Paso se arregla.